martes, 1 de mayo de 2018

Granitoides de La Cabrera II. Modelado y geoformas


5. Procesos externos
Los procesos externos que intervienen en el modelado del granito son la meteorización, los procesos gravitacionales y la erosión. Estos procesos, impulsados por la energía solar, modifican el relieve y transforman la roca en sedimentos.

La meteorización es la acción que los agentes atmosféricos (agua, hielo, viento, humedad) y en menor medida, biológicos (acción de raíces, pequeños animales y microorganismos) realizan sobre la roca disgregándola (meteorización mecánica) y/o descomponiéndola (meteorización química).

Los procesos gravitacionales consisten en el desprendimiento y caída de bloques a favor de las pendientes.

La erosión es la eliminación y arrastre del material meteorizado.


5.1. Meteorización
La meteorización mecánica se debe principalmente a cuatro procesos:

Gelifracción: Rotura de la roca cuando está sometida a ciclos sucesivos de congelación y deshielo del agua que se infiltra entre las grietas y oquedades. La expansión del líquido en ellas va haciendo cuña y rompiendo la roca en trozos más pequeños.


Descompresión: Como se ha apuntado los granitos se emplazan en profundidad. A medida que se desmantela el material situado encima y van quedan expuestos las condiciones de presión y temperatura cambian y se produce un efecto de descarga de presión en forma de expansión que provoca una rotura en capas o lajamiento progresivo de fuera adentro y hace que las capas más externas se vayan desgajando formando domos como el Pico de la Miel. 
Este tipo de fracturas también se forman durante el ascenso y cristalización del magma

Expansión térmica: Es más importante en ambientes donde las variaciones de temperatura entre el día y la noche son muy amplias aunque la propia roca no conduce el calor de manera homogénea y siempre la temperatura exterior será mayor que la interna. Es un proceso que para que sea significativo debe darse en rocas ya bastante alteradas por otros procesos

Actividad biológica: es la producida por el crecimiento de raíces vegetales en las hendiduras de la roca, la acción de animales excavadores o el efecto del ácido que producen algunos organismos. Nuestra propia actividad antrópica (minería, canteras, obras públicas…) también puede encuadrarse aquí.

Efecto de apalancamiento de las raíces sobre la roca granítica.

La meteorización química produce la descomposición de la roca por la alteración química de los minerales que la componen, siendo el agua el agente químico más importante que interviene en estos procesos al oxidarlos, hidratarlos o disolverlos.

En los granitos es particularmente importante el proceso de hidrólisis mediante el cual el agua ionizada, (disociada en iones de H) combinada con el CO2 atmosférico forma ácido carbónico que ataca a los feldespatos eliminado su potasio y transformándolos en arcillas a la vez que disuelven parte de la sílice. La oxidación actúa sobre la biotita, mientras que el cuarzo se mantiene prácticamente inalterado.

Al final de estos ataques una roca aparentemente tan dura como el granito termina arenizada en un regolito que recibe el nombre de lehm, grus o jabre


5.2. Factores que controlan la meteorización
Los factores que la facilitan o dirigen son las diaclasas, composición y textura de la roca, (homogeneidad, dureza, tamaño de grano…) y el clima (húmedo o seco, frio o tropical)

Las diaclasas son roturas tensionales, no muy extensas pero si muy numerosas, a favor de planos de debilidad de la roca en las cuales, a diferencia de las fallas, no ha habido desplazamiento. Pueden seguir trayectorias más o menos rectilíneas que al cruzarse forman un entramado ortogonal que por el efecto de la meteorización y posterior erosión da lugar a torres y formas acastilladas o, en el caso de las diaclasas de descompresión o descarga antes comentadas,  seguir trayectorias curvadas paralelas entre sí que se separan y forman domos y lanchares. Cuando se combinan diaclasas con diferentes tipos de trayectoria sin predominar ninguno sobre otro se forman los berrocales.



 
Inicio de la fracturación en la Colada del Portachuelo. Lozoyuela

La composición de la roca es fundamental en el proceso de meteorización ya que no todos sus minerales tienen la misma resistencia. Ya se ha comentado que en el granito el mineral más resistente es el cuarzo y el que menos la biotita, por tanto los leucogranitos, que recordemos eran pobres en esta mica, son los que forman las crestas, galayos, domos y berrocales.

Por tanto el porcentaje cuarzo / biotita marca la resistencia del granito.


La textura, la mayor o menor homogeneidad de la roca, es decir el tamaño y disposición de sus minerales, hará la roca más o menos permeable al paso del agua que va a penetrar en su estructura.

El clima, temperatura y humedad. En general, cuanto más cálido y húmedo  más efectivos son los ataques químicos sobre el granito. Iberia durante el Pérmico se encontraba cruzando el ecuador. Ese clima, en principio cálido-húmedo, se fué volviendo más seco durante el Cenozoico, de tipo similar a las actuales sabanas, hasta llegar al actual mediterráneo de montaña.




6. Las formas del granito
Por tanto, toda esta combinación de factores litológicos, estructurales y climáticos que han condicionado la meteorización y erosión del granito son los que dan lugar a las siguientes geoformas:


Crestones: Se forman en los leucogranitos más resistentes a la meteorización por diaclasado vertical formando paredes y agujas que reciben el nombre de galayos
 Crestones en la Sierra de La Cabrera. Nótese la fuerte asimetría entre las pendientes de  la vertiente sur  y la norte, probablemente de origen tectónico.

Galayos en la Sierra de La Cabrera.


Domos: Estructuras cupuliformes o campaniformes formadas a favor de diaclasas curvilíneas que se han producido por fenómenos de descarga y alivio de presión por ascenso del plutón dando lugar a secciones lisas o lajas que reciben el nombre de llambrías.

Domo de Cancho Gordo. Sierra de La Cabrera.

Domo del Pico de La Miel. Sierra de La Cabrera.

Bolos: Son bloques redondeados que pueden estar o no englobados en una matriz  arenosa.  Es la forma típica que adopta el granito cuando está diaclasado ortogonalmente y se meteoriza tanto  por encima como por debajo de la superficie. Cuando la matriz arenosa o regolito desaparece por acción de un arroyo o por el arrastre de las aguas de escorrentía, queda nada más que los bloques amontonados que se van asentando unos encima de otros formando berrocales, pedrizas o peñascales.
Arroyo de Los Chorros. El Espaldar. Lozoyuela.

Cuando se asemejan a castillos reciben el nombre de tors (torres). Si se acumulan sobre laderas se llaman canchos, y cuando se quedan unos bloques sobre otros en equilibrio piedras caballeras. Si el bloque aparece partido siguiendo un plano vertical se le llama peña cachada o cachás

"Napoleón". Embalse del Atazar. El Berrueco


Berrocotos: Son tors de gran tamaño que forman colinas individualizadas que destacan en las llanuras. Se diferencian de los domos porque en éstos el diaclasado es curvo.
Berrocal en la carretera de El Berrueco a Sieteiglesias.


Lanchares o losares: Son superficies lisas y ligeramente convexas que forman pavimentos rocosos. Están relacionadas con el lajamiento de domos muy extensos y poco curvados
Lanchar en El Espaldar. Lozoyuela

Navas: Constituyen vaguadas o depresiones  alargadas de fondo plano formadas por confluencia de fracturas en el terreno a favor de las cuales el granito se ha alterado y descompuesto dejando un fondo arenoso rico en materia orgánica con encharcamiento estacional o presencia de pequeños acuíferos superficiales.

Guijos o nerviaciones: Son alineaciones ligeramente elevadas que destacan en el terreno como crestas o dorsales formadas por diques de cuarzo o pórfidos que son más resistentes que el granito encajante de manera que la erosión diferencial los hace resaltar. Ya se explicó en la primera parte de la monografía como se forman a partir de la circulación entre las fracturas de un fluido hidrotermal mineralizado que enfría y cristaliza o por la intrusión de un fundido granítico tardío que enfría muy rápidamente.
Dique aplítico formando un resalte o guijo en El Espladar. Lozoyuela


Tors: son apilamientos de bloques superpuestos generados por alteración bajo el suelo y que luego han quedao al descubierto al erosionarse los materiales que los rodeaban.

El Espaldar. Lozoyuela


Agrietamientos poligonales: que se forman sobre superficies silicificadas y endurecidas que posteriormente se agrietan por alteración y aumento de volumen del material situado bajo ella.



Bloques hendidos (cachás). Son bloques aislados que presentan una diaclasa de desarrollo vertical progresivo que termina por dividirlo en dos partes independientes que pueden movilizarse ligeramente al equilibrarse. 
Bloque hendido en El Espaldar. Lozoyuela.


Pilancones: Se llaman así  las pozas más o menos circulares o elípticas de fondo plano que se forman a partir de pequeñas irregularidades, que permiten la acumulación de agua. La debilidad de la roca puede deberse a la existencia e intersección de fracturas, pero en otros casos aparecen sobre grandes lanchas sin fracturar. La concentración de humedad favorece la desagregación granular de minerales, y ensancha progresivamente la cavidad. El material descompuesto se vacía de la pila por distintos medios, como rebose del agua cuando llueve, o incluso por el viento. Su morfología recuerda a las marmitas de gigante (pot hole) de los lechos de los ríos en roca, pero no existe una corriente turbulenta de agua que los origine.




En el siglo XVIII, se pensaba en Gran Bretaña que estas depresiones tenían un origen humano, relacionado con ceremonias druídicas.

A veces la progresión de dos pilancones cercanos hace que se unan y la erosión posterior los desmantela dejando únicamente el borde de unión que adopta una figura similar a la de una silla de montar.





Surcos y acanaladuras: Son pequeños canales y ranuras alargadas, normalmente de unos pocos centímetros de anchura y profundidad, que se desarrollan en superficies rocosas de bastante inclinación a favor de la líneas de máxima pendiente y algunas veces conectan en cabecera con los  pilancones como desagüe de éstos. Se originan más por fenómenos de erosión química (alteración) que física (escorrentía del agua de lluvia). Una vez que se forma un pequeño canal, éste tiende a captar el agua que escurre por la superficie rocosa, aumentando la humedad en estas zonas y favoreciendo su ensanchamiento y la colonización de líquenes.

Acanaladuras en El Espaldar. Lozoyuela

Tafoni (tafone en singular): Este término procedente de Córcega significa perforación o ventana y es utilizado para referirse a cavidades o huecos  que aparecen en superficies rocosas de mucha pendiente, prácticamente  verticales, ya sea de bloques o de paredes dando lugar a formas extraplomadas  como abrigos, aleros y  viseras. Cuando son varios y pequeños se llaman alvéolos, en forma de oquedad reciben el nombre de nidos, y de  panales cuando forman resaltes. Cuando la pared interna de un tafoni atraviesa todo un bloque, o bien se produce la intersección de dos de ellos en paredes opuestas, se forman ventanas naturales.


Nidos formados en un bloque granítico. El Espaldar. Lozoyuela.


Los tafoni, se forman por una descomposición y desagregación de la roca por acción del agua, tanto sobre la superficie del terreno como por debajo del mismo aprovechando zonas de debilidad de las rocas (fracturas, minerales menos resistentes).


Rocas fungiformes (tormos o tolmos)
Son bloques o bolos residuales con forma de seta. A menudo descansan sobre una plataforma o pedestal (plint). El proceso de erosión de la roca es extremadamente lento y comienza cuando una roca aislada erosiona diferente la parte inferior a la parte superior porque esta última sea más resistente por pequeñas diferencias de composición.



La progresiva tafonización ha terminado por derrumbar el tablero

La erosión del tallo se ha podido producir de forma subterránea cuando la superficie del suelo coincidía con la base de la laja o bien por la alteración diferencial tras la exposición de los bloques.

La base es alterada y erosionada más rápidamente porque retiene y concentra más la humedad por el rocío acumulado (desagregación granular).



Este aumento de erosión diferencial hacia la base disminuye a menudo en profundidad, pues muchas de estas rocas presentan un ensanchamiento bajo el nivel del suelo. La superficie de la roca es especialmente rugosa en las paredes debido a la alteración diferencial de los minerales. El suelo de las plataformas se presenta arenizado por la alteración de feldespatos en arcilla y a veces de color rojo debido a la oxidación del hierro de las biotitas.



Bibliografía

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